Introducción
La tomografía por emisión de positrones (PET) utilizando la 2-(18F)-fluoro-2-deoxy-D-glucosa (FDG) es una técnica diagnóstica de gran utilidad en el manejo de los pacientes con melanoma de coroides; fusionada con la tomografía computarizada (TC) tiene la ventaja de obtener una imagen estructural y metabólica en un mismo estudio(1). El tratamiento del melanoma de coroides generalmente consiste en enucleación del ojo afectado con posterior colocación de una prótesis, la cual se puede clasificar como porosa o no porosa(1,2). Las primeras están compuestas de hidroxiapatita o de polietileno (MEDPOR, Porex Surgical, Newman, GA, EEUU) y su estructura porosa permite el crecimiento fibrovascular en la prótesis, integrándose con los tejidos de la órbita(2). Una vez que la prótesis se ha vascularizado, lo cual ocurre entre los 3 y 6 meses después de su colocación, es posible perforar la misma para la colocación de un implante orbitario; una prótesis no vascularizada no debe perforarse ya que se puede infectar(3). Una manera de evaluar la vascularización de la prótesis ocular es mediante la gammagrafía ósea (GO) o mediante resonancia magnética (RM)(3,4,5,6). Sin embargo, existe escasa literatura referente al uso de 18F-FDG PET-TC para valorar la vascularización de la prótesis, a pesar de que algunos investigadores han sugerido que este método puede ser superior a la RM en este escenario(7).
Presentamos el caso de un paciente con antecedente de melanoma de coroides, al que se le realizó un estudio 18F-FDG PET-TC de estadiaje y posteriormente de control tras la enucleación y colocación de una prótesis de MEDPOR, en el cual encontramos captación de 18F-FDG dentro de la prótesis pasados 17 meses desde su colocación.