Discusión
Los principales efectos adversos del TARY a corto plazo suelen ser de origen gastrointestinal: náuseas, vómitos o dolor abdominal, apareciendo habitualmente durante las primeras 36h(2,5). También son frecuentes la xerostomía y la inflamación de las glándulas salivales, si bien suele ocurrir de forma más tardía(2,5). Diversos estudios(2,5) han demostrado una correlación estadísticamente significativa entre la dosis administrada en valor absoluto, la dosis por kilogramo de peso y la probabilidad de presentar sintomatología gastrointestinal. Aunque se trata de una reacción muy inusual y la literatura publicada al respecto es escasa, se han descrito algunos casos de mucositis orofaríngea tras la administración de altas dosis de 131INa; así pues Mandel y cols(6) relatan el caso de un paciente que recibió una dosis de ablativa de 6400 MBq de 131INa y 7 días después presentó un episodio de estomatitis severa dolorosa. Dahllöf y cols(7) describen una situación similar en un paciente pediátrico que recibió una dosis de 3700 MBq de 131I-iobenguano.
En el caso que describimos cabe la posibilidad de que se tratara de una respuesta de la mucosa a la radiación recibida, debido a que el 131INa tiene tendencia a acumularse en las glándulas salivales y ser posteriormente secretado a la cavidad oral y faringe, y por tanto llegar al esófago por deglución. Los tratamientos propuestos consisten en el uso del elixir bucal de dexametasona, lidocaina, difenilhidramina e hidróxidos de aluminio y magnesio(8). La secuencia cronológica y la ausencia de otros elementos que pudieran justificar la aparición del cuadro parecen indicar que podría tratarse de mucositis rádica inducida por 131I. Creemos que la posibilidad de presentar este cuadro, especialmente en pacientes que han recibido dosis elevadas, debe ser tenida en cuenta por los médicos especialistas en Medicina Nuclear para prevenir y tratar de forma precoz las complicaciones que puedan derivarse del mismo.